Cada año, millones de personas dan fe de la paz, la sanación y el consuelo que se obtienen al sentarse en silencio para conectarse con Dios. Te invitamos a participar en una conversación y una breve experiencia para explorar por ti mismo los beneficios de la oración y el silencio.
Nos encantaría saber de usted para poder mantenerlo informado sobre otras oportunidades futuras.
Acto de abandono
Oh Dios mío, te doy gracias y te alabo por haber cumplido tu santa y amable voluntad sin ningún pesar por la mía. Con todo mi corazón recibo esta cruz que tanto temí. Es la cruz de tu elección, la cruz de tu amor. La venero y por nada del mundo desearía que no viniera, ya que Tú así lo quisiste. La conservo con gratitud y con alegría, como todo lo que viene de tu mano, y me esforzaré en llevarla sin que me arrastre, con todo el respeto y todo el cariño que merecen tus obras. Amén.
Acto de contrición
Oh Dios mío, me arrepiento de corazón de haberte ofendido y detesto todos mis pecados, porque temo la pérdida del cielo y las penas del infierno; pero sobre todo porque te he ofendido a ti, Señor, que eres todo bondad y digno de todo mi amor. Resuelvo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no pecar más y evitar las ocasiones cercanas de pecar. Amén.
Acto de fe
Oh Dios mío, creo firmemente que eres un solo Dios en tres divinas Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Creo que tu divino Hijo se hizo hombre y murió por nuestros pecados y que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en estas y en todas las verdades que enseña la Santa Iglesia Católica porque las has revelado Tú, que eres la verdad eterna y la sabiduría, que no puede engañar ni ser engañado. En esta fe tengo la intención de vivir y morir. Amén.
Acto de fe antes de la comunión
Creo y confieso, Señor, que Tú eres verdaderamente el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que viniste al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Creo también que éste es verdaderamente Tu Purísimo Cuerpo y que ésta es verdaderamente Tu Preciosa Sangre. Por eso te ruego que tengas misericordia de mí y perdones mis transgresiones, voluntarias e involuntarias, de palabra y de obra, conocidas o desconocidas. Y hazme digno, sin condenación, de participar de Tus Puros Misterios para la remisión de los pecados y para la vida eterna. Amén.
Acto de esperanza
Señor Dios, espero por tu gracia el perdón de todos mis pecados y después de esta vida alcanzar la felicidad eterna, porque Tú, que eres infinitamente poderoso, fiel, bondadoso y misericordioso, me la has prometido. En esta esperanza tengo la intención de vivir y morir. Amén.
Acto de amor
Señor Dios, te amo sobre todas las cosas y amo a mi prójimo por ti, porque eres el bien supremo, infinito y perfecto, digno de todo mi amor. En este amor quiero vivir y morir. Amén.
Agnus Dei (Cordero de Dios)
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Ángelus
El ángel del Señor anunció a María: Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra. Dios te salve, María...
Y el Verbo se hizo carne: y habitó entre nosotros. Dios te salve, María... Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Oremos: Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que nosotros, a quienes se nos manifestó por el mensaje del ángel la encarnación de Cristo, tu Hijo, seamos llevados por su Pasión y su Cruz a la gloria de su Resurrección, por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
El alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, fortaléceme. Oh buen Jesús, óyeme. Entre tus llagas escóndeme. No permitas que me separe de ti. Del malvado enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame que vaya a ti para que con tus santos pueda alabarte por los siglos de los siglos. Amén.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Ven, Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados, y renovarás la faz de la tierra. Señor, con la luz del Espíritu Santo has instruido los corazones de tus fieles. Con el mismo Espíritu ayúdanos a gustar lo que es justo y a gozar siempre de tu consuelo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Dedicación a Jesús
Señor Jesucristo, toma toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad. Todo lo que tengo y aprecio me lo has dado. Lo entrego todo para que me guíe tu voluntad. Tu amor y tu gracia son riqueza suficiente para mí. Dame esto, Señor Jesús, y no pido nada más. Amén.
Dirección de la intención
Dios mío, te entrego este día. Te ofrezco ahora todo el bien que pueda hacer y te prometo aceptar, por amor a ti, todas las dificultades que pueda encontrar. Ayúdame a comportarme durante este día de una manera que te agrade. Amén. -San Francisco de Sales
Oración familiar
Padre celestial, gracias por el don de nuestra familia. Ilumina nuestros corazones y mentes para que vivamos más plenamente esta vocación de amar. Que en nuestra vida y trabajo diarios podamos reflejar el amor abnegado que Tú, Padre, muestras eternamente con Tu Hijo y el Espíritu Santo. Que Tu amor sea evidente en la paz que reina en nuestro hogar y en la fe que profesamos y vivimos. Que nuestra familia sea siempre un lugar de generosidad, comprensión, perdón y alegría. Danos por favor la sabiduría y el valor para ser testigos de Tu designio eterno para la familia; y concede que la Sagrada Familia de Nazaret guíe siempre nuestro camino hacia la santidad como familia. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén. Arzobispo William E. Lori
Para los necesitados
Concédeme, Señor, que sepa compartir con gusto lo que tengo con los necesitados, pedir humildemente lo que necesito a quien lo tiene, reconocer con sinceridad el mal que he hecho, soportar con calma el mal que sufro, no envidiar a mi prójimo sus bienes y darte gracias sin cesar siempre que escuches mi oración. Amén.
Gloria
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos y te damos gracias por tu gran gloria, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor Jesucristo, Hijo Unigénito, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
Gloria al Padre (Doxología)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria Patri (Gloria al Padre en latín)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y por los siglos, y por los siglos de los siglos. Amén. Dales el descanso eterno, oh Señor, y que brille para ellos la luz eterna. Que descansen en paz. Amén.
La gracia antes de las comidas
Bendícenos, Señor, y bendice estos dones que vamos a recibir de tu bondad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Oración al ángel guardián
Ángel de Dios, mi amado guardián, a quien el amor de Dios me encomienda aquí, permanece siempre hoy a mi lado, para iluminarme y protegerme, para gobernarme y guiarme. Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Ave María (Ave María en latín)
Ave María, llena eres de gracia, el Señor esté contigo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Hazme un canal de paz
Señor, hazme un canal de tu paz, para que donde haya odio, yo lleve amor; que donde haya maldad, yo lleve espíritu de perdón; que donde haya discordia, yo lleve armonía; que donde haya error, yo lleve fe; que donde haya desesperación, yo lleve esperanza; que donde haya sombras, yo lleve luz; que donde haya tristeza, yo lleve alegría. Señor, concédeme que busque más bien consolar que ser consolado; comprender que ser comprendido; amar que ser amado. Porque es olvidándose de sí mismo como uno encuentra. Es perdonando como uno es perdonado. Es muriendo como uno despierta a la Vida Eterna.
Aclamación conmemorativa
Proclamamos tu muerte, Señor, y profesamos tu resurrección hasta que vengas. -O- Cuando comemos este pan y bebemos este cáliz, proclamamos tu muerte, Señor, hasta que vengas. -O- Sálvanos, Salvador del mundo, porque por tu cruz y tu resurrección nos has liberado.
Ofrenda de la mañana
Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo, por la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la reunión de todos los cristianos, y en particular por las intenciones del Santo Padre de este mes. Amén.
Credo de Nicea
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre; por él fueron hechas todas las cosas. Por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Por nosotros fue crucificado bajo el poder de Poncio Pilato, padeció, fue sepultado y resucitó, según las Escrituras. Subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre. De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Oh Fiesta Sagrada
Oh banquete sagrado, en el que se toma a Cristo: se recuerda el recuerdo de su pasión; la mente se llena de gracia y se nos da una prenda de gloria futura. Aleluya Oh banquete sagrado en el que se recibe a Cristo, se renueva la memoria de su Pasión, se llena la mente de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura. Aleluya
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Pater Noster (Padre Nuestro en latín)
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Deja que venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo y en la tierra. Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, sino líbranos del mal. Amén.
Oración de los padresDios bueno y misericordioso, dador de todos los buenos dones, lléname de tu gracia para que pueda ser un ejemplo de tu cuidado amoroso para mis hijos. Por favor, dame la paciencia, la energía, la confianza y el amor que necesito para ser un buen padre/madre. Fortalece y une a nuestra familia en nuestro amor mutuo y por ti. Amén
Oración después de la comunión (Anima Christi)
Alma de Cristo, santifícame; Cuerpo de Cristo, sálvame; Sangre de Cristo, embriágame; Agua del costado de Cristo, lávame; Pasión de Cristo, fortaléceme; Oh buen Jesús, óyeme; Entre tus llagas escóndeme; Separado de ti, nunca me dejes estar; Del maligno, protégeme; En la hora de mi muerte, llámame; Y cerca de ti mándame; Para que con tus santos, pueda estar, alabándote por los siglos de los siglos. Amén
Oración antes de la misa
Dios todopoderoso y eterno, me acerco al sacramento de tu Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo; vengo enfermo al médico de la vida, impuro a la fuente de la misericordia, pobre y necesitado al Señor del cielo y de la tierra. Señor, en tu gran generosidad, sana mi enfermedad, lava mis pecados, abre mis ojos a todas tus bendiciones. Que reciba dignamente el pan de los ángeles, el Rey de reyes y Señor de señores, con humilde reverencia, con pureza y fe, arrepentimiento y amor, y el propósito determinado que ayudará a llevarme a la salvación. Que reciba el sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor, en su realidad y poder para cambiar mi vida. Señor Jesucristo, nacido de la Virgen María, derrama tu gracia en mi corazón y ayúdame a centrarme en ti y a desear unirme a ti en la Santa Misa. Padre amoroso, así como en mi peregrinación terrena ahora recibo a tu amado Hijo bajo el velo del pan y del vino, que un día pueda verlo cara a cara en la gloria, a quien vive y reina contigo por los siglos. Amén.
Oración ante el CrucifijoHe aquí, oh bondadoso y dulce Jesús, me arrodillo ante ti y te ruego que imprimas en mi corazón las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, con un verdadero arrepentimiento de mis pecados y un firme propósito de enmienda. Al mismo tiempo, con dolor medito en tus cinco preciosas llagas, teniendo en mente las palabras que pronunció David en profecía: «Me han traspasado las manos y los pies. Puedo contar todos los huesos». Amén.
Oración por las vocaciones
Oh Dios, te pedimos fervientemente que bendigas a esta archidiócesis con muchos sacerdotes, hermanos y hermanas que te amen con todas sus fuerzas y con gusto pasen toda su vida sirviendo a tu Iglesia y haciéndote conocer y amar. Bendice a nuestras familias, bendice a nuestros hijos. Elige de entre nuestros hogares a aquellos que sean necesarios para tu obra. María, Reina del Clero, ruega por nosotros, ruega por nuestros sacerdotes, religiosos y diáconos. Obtén para nosotros muchos más. -Reverendísimo Harry J. Flynn
Oración por la generosidad
Señor, enséñame a ser generoso. Enséñame a servirte como Tú mereces; a dar y no contar el costo, a luchar y no hacer caso a las heridas, a trabajar y no buscar descanso, a laborar y no buscar otra recompensa que la de saber que hago tu voluntad.
-San Ignacio de Loyola
Oración por la vida
Padre y Creador de todo, tú adornas toda la creación con esplendor y belleza, y formas la vida humana a tu imagen y semejanza. Despierta en todos los corazones la reverencia por la obra de tus manos, y renueva entre tu pueblo la disposición a cuidar y sostener tu precioso don de la vida. Concédenos esto por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Oración por los sacerdotes
Dios misericordioso y amoroso, te damos gracias por el don de nuestros sacerdotes. A través de ellos, experimentamos tu presencia en los sacramentos. Ayuda a nuestros sacerdotes a ser fuertes en su vocación. Enciende sus almas con amor por tu pueblo. Concédeles la sabiduría, la comprensión y la fuerza que necesitan para seguir los pasos de Jesús. Inspíralos con la visión de tu Reino. Dales las palabras que necesitan para difundir el evangelio. Permíteles experimentar la alegría en su ministerio. Ayúdalos a convertirse en instrumentos de tu gracia divina. Te lo pedimos por Jesucristo, que vive y reina como nuestro Sacerdote eterno. Amén.
Oración para evangelizar
Querido Jesús, ayúdanos a esparcir tu fragancia por dondequiera que vayamos. Inunda nuestras almas con tu espíritu y tu vida. Penetra y posee todo nuestro ser de manera tan completa que nuestras vidas sean solo un resplandor tuyo. Brilla a través de nosotros y sé tan fuerte en nosotros que cada persona con la que entremos en contacto pueda sentir tu presencia en nuestras almas. Haz que alcen la vista y ya no nos vean a nosotros, sino solo a Jesús. -Oración adoptada de la Madre Teresa
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Que Dios lo reprenda, te rogamos humildemente, y tú, oh Príncipe de las milicias celestiales, arroja al infierno, por el poder de Dios, a Satanás y a todos los espíritus malignos que rondan por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.
Oración de San Patricio
Cristo esté conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo donde me acuesto, Cristo donde me siento, Cristo donde me levanto, Cristo en el corazón de todo aquel que piensa en mí, Cristo en cada ojo que me ve, Cristo en el oído que me escucha. La salvación es del Señor. La salvación es de Cristo. Que tu salvación, oh Señor, esté siempre con nosotros. Amén.
reina del cielo
V. Reina del cielo, alégrate, aleluya. R. Porque aquel a quien tuviste la bondad de engendrar, aleluya. V. Resucitó, como dijo, aleluya. R. Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
V. Alégrate y regocíjate, Virgen María, aleluya. R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor, aleluya.
Oremos. Oh Dios, que diste la alegría al mundo por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te rogamos que por intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
reina del cielo
V. Reina del cielo, alégrate, aleluya. R. Porque merecías soportarlo, aleluya. V. Resucitó, como había dicho, aleluya. R. Ruega a Dios por nosotros, aleluya.
V. Alégrate y alégrate, Virgen María, aleluya. R. Porque el Señor verdaderamente ha resucitado, aleluya.
Oremos. Dios, que te has dignado hacer feliz al mundo por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo: concédelo, te suplicamos; para que por su Madre, la Virgen María, recibamos los gozos eternos de la vida. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
Sanctus (Santo, Santo, Santo)
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria. Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna en las alturas.
Oración por la paz a San Francisco de Asís
Señor, hazme un instrumento de tu paz; donde haya odio, siembre yo la caridad; donde haya injuria, el perdón; donde haya error, la verdad; donde haya duda, la fe; donde haya desesperación, la esperanza; donde haya tinieblas, la luz; y donde haya tristeza, la alegría. Oh Divino Maestro, haz que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar; porque dando se recibe; perdonando se es perdonado; y muriendo a nosotros mismos se nace a la vida eterna. Amén.
Signum Crucis (La Señal de la Cruz en latín) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración de comunión espiritual
Jesús mío, creo que estás presente en el Santísimo Sacramento. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que en este momento no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Te abrazo como si ya estuvieras allí y me uno totalmente a Ti. No permitas que jamás me separe de Ti. Amén.
Sospecha
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad entera, todo lo que tengo y llamo mío. Tú me lo has dado todo. A ti, Señor, te lo devuelvo. Todo es tuyo; haz con ello lo que quieras. Dame sólo tu amor y tu gracia. Eso me basta. -San Ignacio de Loyola
La Coronilla de la Divina Misericordia
Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas, y el océano de misericordia se abrió para todo el mundo. Oh Fuente de Vida, insondable Misericordia Divina, envuelve al mundo entero y derrámate sobre nosotros. ( Repetir 3 veces ) ¡Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío! Padre Nuestro Ave María Credo de los Apóstoles Por cada una de las cinco decenas ( En cada cuenta de “Padre Nuestro” del rosario, rezar ) Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor, Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero. ( En cada una de las 10 cuentas de “Ave María”, rezar) Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Oración final ( Repetir 3 veces ) Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Dios eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de la compasión inagotable, míranos benignamente y aumenta en nosotros tu misericordia, para que en los momentos difíciles no desesperemos ni nos desanimemos, sino que con gran confianza nos sometamos a tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia misma.
el confesor
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, de palabra, de obra y de omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa; por eso pido a la bienaventurada María siempre Virgen, a todos los ángeles y santos, y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante el Señor Dios nuestro.
Las alabanzas divinas
Bendito sea Dios. Bendito su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito. Bendita sea la gran Madre de Dios, María santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.
La oración de Jesús
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, pecador.
El Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde hoy todas las generaciones me llamarán bienaventurada. Ha hecho grandes cosas en mí el Todopoderoso, su Nombre es santo. De generación en generación tiene misericordia de los que le temen. Ha hecho gala de la fuerza de su brazo y ha dispersado a los soberbios de su vanidad. Ha derribado a los poderosos de sus tronos y ha enaltecido a los humildes. A los hambrientos ha colmado de bienes y a los ricos ha despedido con las manos vacías. Ha socorrido a Israel, su siervo, porque se ha acordado de la misericordia que había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre. -Lc 1:46-55
La memorización
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro socorro o pidiendo vuestra intercesión, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, acudo a Vos, oh Virgen de las vírgenes, Madre mía. A Vos vengo, ante Vos me presento pecador y dolorido. Oh Madre del Verbo Encarnado, no despreciéis mis súplicas, antes bien, escuchadme y respondedme con vuestra misericordia. Amén.
El Rosario (click aquí para el enlace)
La Salve Regina (Salve, Reina Santa)
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti dirigimos nuestros ojos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!